28/03/2018

Queridos compañeros:

El próximo sábado día 7 de abril hay convocada una junta extraordinaria de la SEDAR (Sociedad Española de Anestesia y Reanimación) nuestra sociedad, y la modificación de los estatutos propuesta por su presidente bien merece la denominación de extraordinaria.

En primer lugar, quiero aclarar que en la reunión de la comisión ejecutiva, que tuvo lugar el 26 de enero, no se trató ninguna propuesta de modificación de los estatutos. Es por tanto una petición exclusiva del Sr. Presidente. El que esté interesado puede descargar dicha propuesta en la página web de la SEDAR.

Trato de explicar desde mi punto de vista el porqué.

En nuestro último congreso nacional, celebrado en Alicante, se aprobó en la reunión de la Junta Directiva del 5 de mayo de 2017 el documento sobre la postura que defendemos la mayoría de anestesiólogos en torno al principal problema que tenemos actualmente, el de las anestesias para endoscopias digestivas. El cuál salió adelante con el voto en contra del Sr. Presidente. A día de hoy se propone una abierta modificación de los estatutos de la SEDAR como se refleja en su propia página web, con el objetivo, según mi criterio, de imponer un punto de vista muy particular y asegurar futuras votaciones.

Creo que se quiere imponer un criterio personal en contra de la opinión de la mayoría, aunque algunas posturas, como la del Sr. Presidente de SAR Madrid (Sociedad de Anestesia y Reanimación de Madrid), delegación territorial de la SEDAR, es la misma.

La esencia del problema, por lo tanto, es el de las anestesias en endoscopias digestivas. En mi opinión, el origen del problema está motivado por dos circunstancias, una: la creciente demanda de técnicas de endoscopia digestiva con anestesia en los últimos diez años que motivaron notas oficiales de la SEDAR en el año 2007, y dos: la fuerte crisis económica que comenzó también hace diez años. No hace falta explicar los problemas de recursos humanos, infraestructuras, etc… a los que nos hemos enfrentado en esta etapa.

En este contexto los responsables de los hospitales y de los servicios médicos se veían en la obligación de sacar adelante su trabajo. Obviamente se han desatendido, y no creo que voluntariamente, los procesos de anestesia necesarios para estas técnicas diagnósticas. Y ya sabemos que ocurre cuando día tras día existe un vacío ante una necesidad: que llegamos a la situación actual. Actualmente nos encontramos unidades de endoscopia en las que dichas anestesias las realiza personal de enfermería o un auxiliar por indicación del mismo endoscopista que realiza la prueba diagnóstica. No existen así dos médicos independientes, uno para anestesiar y otro para realizar la prueba, lo cual burla la más elemental regla de seguridad clínica.

Me duele ver a colegas de profesión que tienen la obligación y la responsabilidad de defender nuestra especialidad, y por ende, a todos los anestesiólogos planteando estrategias para fines personales y contrarios a la seguridad del paciente.

Hay tres aspectos básicos en mi opinión que son fuente de conflicto entre la postura mayoritaria de los anestesiólogos y de la presidencia actual de la SEDAR.

1- La denominación de una técnica en la que se consigue inconsciencia, amnesia y una disminución de los reflejos. Estos son objetivos que sólo se alcanzan con la anestesia general (con o sin intubación endotraqueal). Se empezó usando por parte de los no anestesiólogos la palabra “sedación”, y luego añadieron el apellido “profunda” o “superficial” y la verdad es que lo que resulta es una anestesia general en ventilación espontánea. Así se lo explico en la consulta de preanestesia a los pacientes y así consta en el informe de la consulta como técnica prevista. Os animo a todos a usar con corrección el lenguaje y a hacer docencia socialmente. Y frente a los que propugnan que existe suficiente bibliografía para avalar el termino “sedación” como una anestesia más superficial, podemos responder que hay la misma cantidad de bibliografía para poder avalar la homeopatía como ciencia médica. Si bien es cierto que ninguna de las dos bibliografías superan un cribado de evidencia científica real o una lectura crítica basada en el mas elemental método científico. Os recuerdo que la inconsciencia originada por hipnóticos es un continuum sin un límite neurofisiológico entre sedación superficial ni profunda.

2- El uso de Propofol. No hay que extenderse mucho, con muy buen criterio científico y de evidencias sobrado, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y la Agencia Europea del Medicamento solo permite el uso de este anestésico a los anestesiólogos y en España también a los intensivistas. Recordad el famoso caso del Dr. Conrad Murray médico NO anestesiólogo del fallecido Michael Jackson al que el uso de propofol le supuso una condena de cuatro años de prisión en sentencia firme por homicidio involuntario. “Es usted una deshonra para la profesión médica”, le dijeron. Para finalizar, solo diré que las distintas sociedades de digestivo han solicitado en varias ocasiones su uso, tanto en Europa como en América a la FDA, y éste ha sido denegado. Este punto está muy claro. Tal y como se reflejan en todas las fichas oficiales de todos los fármacos que presentan el propofol en su composición y para ello cito:

<<Propofol solo debe administrarse en hospitales o en unidades de terapia de día debidamente equipadas, por médicos especialistas en anestesia o en el cuidado de pacientes en cuidados intensivos. 
Las funciones circulatoria y respiratoria deben ser monitorizadas constantemente (p.ej., ECG, oximetría de pulso) y los dispositivos necesarios para el mantenimiento de las vías respiratorias, ventilación asistida y otros instrumentos de reanimación deben estar disponibles en todo momento. 
Para la sedación durante procedimientos diagnósticos e intervenciones quirúrgicas, Propofol no debe administrarse por la misma persona que realice la intervención quirúrgica o la técnica de diagnóstico>>. (Tomado de la ficha oficial de medicamentos tales como Propofol Hopira, Diprivan, Propofol Lipuro…)

3- Los pacientes ASA I y II. En los documentos que elaboran las sociedades de endoscopia digestiva, mantienen que los pacientes ASA I y II, pueden ser anestesiados por NO anestesiólogos y los pacientes ASA III, IV y V sólo por anestesiólogos. Evidentemente reconocen su falta de capacidad para el manejo de situaciones complejas de inicio. Por lo que en el caso de que durante el proceso se produzca una complicación el paciente no estaría atendido por el profesional con la capacitación necesaria. Cualquier médico en España emplea cuatro años en adquirir los conocimientos y las habilidades para conseguir la especialidad de Anestesiología y Reanimación, sorprende y asusta que haya cursos de capacitación de dos días como también sorprende el silencio que ofrecen esos documentos ante las siguientes cuestiones:  ¿Quién cataloga a esos pacientes? ¿Es suficiente catalogación el llamado “ASA” para prevenir complicaciones? ¿Quién se encarga del control y administración de esas anestesias, el mismo que está realizando la prueba?

Por todo ello, y ya acabo, animo a todo anestesiólogo miembro de la SEDAR a ir el sábado día 7 a la Calle José Abascal, 46. 1º A. Madrid. A las 9: 00 h. Y expresar su opinión con su voto. O si le es imposible, delegar su voto a un compañero que haga oír su voz.

Sergio Rolando Amaya