Metges de Catalunya (MC) avisa de que la práctica de la sedación por parte de profesionales que no son especialistas en Anestesiología y Reanimación conlleva riesgos para la seguridad de los pacientes. En un documento de posicionamiento, el sindicato denuncia que una de las medidas organizativas encaminadas al ahorro más extendidas consiste en prescindir de los anestesiólogos en las intervenciones quirúrgicas y en las pruebas diagnósticas que requieren un procedimiento de sedación, de manera que son facultativos de otras especialidades los que indican el tratamiento anestésico y los profesionales de enfermería los que lo realizan.
La organización recuerda que la práctica de la sedación de cualquier grado «no es simple ni está exenta de riesgos». El incremento del uso de técnicas de sedación en pruebas diagnósticas, como los programas de cribado del cáncer colorrectal, conlleva que entre un 20% y un 30% de los actos de anestesiología se realicen más allá de los quirófanos. «Sólo los anestesiólogos cuentan con los conocimientos, la preparación y la experiencia para ofrecer garantías de seguridad a los pacientes», afirma el sindicato que, ante la ausencia cada vez mayor de especialistas en Anestesiología y Reanimación en los centros hospitalarios catalanes, se adhiere a los cinco puntos del manifiesto de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) y de la Comisión Nacional de la Especialidad de Anestesiología:
1- La preocupación por la seguridad clínica de los pacientes en los procesos de sedación que se realizan en nuestro país.
2- No hay un límite claro entre la sedación superficial y profunda. Una sedación superficial puede convertirse en profunda de forma imprevista por necesidades del procedimiento y pasar a ser una anestesia general.
3- El único médico con formación específica para la realización de una sedación profunda es el especialista en Anestesiología y Reanimación.
4- Se recomienda a los pacientes que antes de someterse a un procedimiento con sedación profunda soliciten un consentimiento informado donde se especifique si un anestesiólogo será el médico responsable de la sedación.
5- Solo la presencia del anestesiólogo puede garantizar que la sedación sea la adecuada para el paciente, el control de sus funciones vitales, la prevención de la aparición de complicaciones y si éstas aparecen, tener las competencias adecuadas para su tratamiento.
Por otra parte, el sindicato insiste en que las competencias médicas no se pueden delegar a otros profesionales y que la legislación vigente decreta que el diagnóstico y el tratamiento terapéutico son competencias exclusivas de los médicos.